Este plato es sin duda alguna uno de los favoritos en la cocina de los argentinos. Realmente casero y muy delicioso. Ideal para compartir y lucirse con la familia o amigos.
Con una sencilla preparación, pero que requiere cierta planificación, ya que se necesita dejar el matambre en adobo.
Absolutamente recomendable para las nuevas cocineras ya que cuenta con una preparación libre de trabas y complicaciones. Además de ser muy fácil de memorizar pues prácticamente se cocina solo y cuenta con poquísimos ingredientes.
El matambre a la leche es por sobretodo una comida apta para quienes quieren y rescatar del baúl de la abuela esta deliciosa y típica comida.
Lo que vas a necesitar para esta receta es:
-Un trozo de matambre, preferentemente de ternera
-Leche, lo que sea necesario
-Queso rallado a gusto
-Vinagre
-Ajo a gusto
-Sal a gusto
Adoba desde la noche anterior tu trozo de matambre con ajo, sal y vinagre.
Al día siguiente ponlo en una asadera y al horno a fuego lento entre 15 a 30 minutos.
Cuando la parte superior se torna blanquecina, le agregas 1 o 2 tazas de leche, cuidando que toda la superficie del matambre quede cubierta.
Una vez que la leche se corta, debes agregar el queso rallado y uno o dos huevos bien batidos. Luego de eso rociar con aceite y dejarlo en el horno hasta que se dore.
Debes poner especial cuidado en que no se seque demasiado. La leche te ayudará a evitar que esto suceda. Y tiene la ventaja de que torna más tierna la carne por si el corte no es muy bueno.
Puedes acompañar esta exquisita preparación idealmente con puré o papas al horno.
O bien para la guarnición, puedes cortar papas en rodajas gruesas, cocerlas hasta que queden tiernas, escurrirlas y luego salsearlas con el fondo de cocción del matambre (o rociadas con aceite y orégano).
Si quieres innovar también la pimienta, orégano y el ají molido pueden ser una buena alternativa para saborear aun más tu adobo.